Con el título ‘renuncian a la gerenta del canal 7 por no transmitir Evoeventos’, anunció anoche el portal de noticias Erbol el alejamiento de ese medio de la responsable administrativa de Bolivia TV, Leila Cortez. La nota señala que ella decidió presentar su renuncia después que una persona del Gobierno, no especifica quién, “se lo pidió a causa de unos problemas logísticos que hubo en la transmisión de eventos públicos en los que participó el presidente Evo Morales.
“Sí, se ha pedido su renuncia (de Cortez) debido a algunos problemas que hubo en la transmisión de eventos importantes”, confirmó una fuente vinculada al Gobierno. “Debía hacerse esa transmisión y no había equipos, ni personas, faltaba un cable, no había imágenes, no se coordinó la cobertura”, señaló otra fuente vinculada al Poder Ejecutivo en referencia al acto que se desarrolló el 19 en Uyuni, donde participaron el presidente Morales y el titular de la CAF, Enrique García.
Mientras que otra fuente aseguró a Erbol que Cortez ya presentó su renuncia y, paralelamente, denunció que “(en el canal) hubo un complot para lograr la salida de la gerenta general”.
La comunicadora Leila Cortez, buscada por este medio para confirmar el hecho y sus razones, no respondió a su teléfono celular. El ministro de Comunicación, Iván Canelas, según su coordinador, estaba en una reunión con viceministros y no podía atender la consulta periodística hasta el cierre de esta edición.
La directora regional de Bolivia TV, Guísela López, señaló que también se había informado del caso a través de Erbol y que desconocía otros detalles. “Me fue imposible comunicarme con La Paz, estoy llamando para conocer la versión oficial”, dijo.
Una fuente del canal en la ciudad de La Paz aseveró a EL DEBER que la salida de Cortez no responde a un retiro laboral, sino a una próxima reubicación de Cortez hacia otro medio de televisión, una red nacional afín al Gobierno de Evo Morales.
Cortez ejercía la gerencia del canal desde septiembre de 2008 cuando fue posesionada por el entonces ministro Juan Ramón Quintana. /Erbol/EL DEBER
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